¿Necesita volver el Lavolpismo a México para poder Ganar?

“La selección de México de 2006 de Ricardo Antonio La Volpe, es la mejor selección mexicana de la historia” Esta es la opinión de muchos cuando se habla del ciclo Lavolpista en México.

 

Y es que la visión de Ricardo La Volpe marcó un antes y un después en la mente y los corazones de los mexicanos, pues ha sido cuando más cerca hemos estado de alcanzar el sueño, y por eso nos surge la pregunta ¿necesita volver el Lavolpismo a México para poder ganar?

 

Para responder con bases sólidas a esta pregunta, primero debemos entender la visión de Ricardo La Volpe y por qué su manera de proponer el juego y sus tácticas han dejado tanta huella que incluso se han acuñado con su nombre.

 

Hasta el punto en que, cuando los técnicos inspiran sus propuestas de juego en base a lo que trajo La Volpe a México, entonces esos técnicos se clasifican como Lavolpistas, como es el caso de Miguel Herrera, Daniel Guzmán y José Cruz.

 

¿Qué es el Lavolpismo?

 

El Lavolpismo es una fórmula de juego que se basa en lo que los jugadores deben hacer en conjunto al entender que el fútbol sucede en las áreas de la cancha donde no se encuentra el balón, el balón es únicamente una referencia.

 

Por eso, la idea de La Volpe se basa en alternar el famoso 5-3-2 que fue inventado por Salvador Bilardo en 1986, (con este parado, Argentina se coronó en el mundial de México) formación la cual contempla básicamente la subida de los dos laterales sin perder el equilibrio defensivo. Manteniendo siempre un hombre de más con respecto a los delanteros del rival.

 

Con la variante del 4-3-3 que fue el aporte de Rinus Michels en 1974 y con el cual se sentaron las bases del Barcelona de Cruyff.

 

Esta variación de formaciones en la cancha ha sido la que mejores resultados le ha traído a México y fue la razón por la cual las apuestas en el fútbol mexicano se elevaron hasta el punto de convertir al Tri en favoritos de la copa del mundo en el 2006.

 

Pero hay que destacar que esta forma de jugar al fútbol requiere de jugadores de buen pie, que sepan perfilarse cuando reciben el balón, y que jueguen preferentemente a uno o dos toques.

 

Estas eran las armas con las que Ricardo La Volpe repelía el 4-4-2 predominante de aquel entonces, y que sigue predominando las canchas hasta nuestros días.

 

La clave es siempre salir con el balón controlado desde atrás, los dos atacantes hacen presión sobre la salida por cualquiera de los costados y, lo más interesante es que cuando los jugadores rivales son de características ofensivas, atraerán una marca que siempre libera al volante de contención, cuya función aquí es comenzar a repartir el juego.

 

En la visión de La Volpe, el típico número 10 que jugaba libre sin tareas defensivas, ahora es quien conecta la parte defensiva con el resto del campo.

 

La tarea del volante de contención es atraer marca, buscando que dos jugadores vayan a encararlo para generar superioridad numérica, en el momento que cada jugador del equipo enemigo en la zona de defensa esté marcando a su respectivo contrincante, se liberará al lateral, que ahora podrá llegar a la línea de fondo.

 

Esta fue la razón por la cual el México de 2005 - 2006 estuvo tanto en la cancha del enemigo y con tantas oportunidades de gol. Sin embargo, México no levantó la copa.

 

¿Por qué ocurrió esto?

 

Según Josep Guardiola, en declaraciones a El País México no pudo ganar el mundial porque:

 

“La diferencia de su gente de atrás respecto a la de adelante es demasiada. Creía que los partidos se ganan en las áreas, con México he descubierto que ha de ser en las dos. Con que falles en una, vuelves a casa. No hay equipo que llegue tantas veces como lo ha hecho México a los tres cuartos del campo, que llegue tantas veces a los tres cuartos, y allí se acabe todo. Se ha descubierto con México que, para ganar, se necesita algo más que jugar bien, se necesita un insolente, a un maleducado para salir de lo establecido y que coja el balón y decida el partido con una jugada”

 

Es por esto por lo que la selección de México del Tata Martino juega como juega.

 

Porque el Lavolpismo, por hermoso que sea en la teoría; no le funciona a México, y por ello no debería volver. Al menos no mientras que sus jugadores no sepan seguir el libro en la misma medida en que rompen el molde.

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